Desde H.I.J.O.S. Tucumán decimos que es realmente grave y profundamente lamentable que el Estado intente establecer un posicionamiento de este tipo con respecto al número de desaparecidos. Es lamentable porque es ignorante, tendencioso y ante todo peligroso para el orden democrático. El secretario de DDHH de la Nación, Avruj está jugando a favor de la impunidad de los peores criminales en nuestro país. ¿Qué otra cosa, sino, se esconde detrás de un pronunciamiento oficial tan tendencioso y canallesco? Esto no empezó ayer, no llevamos 40 años de lucha en vano, a ésta película ya la vimos, primero que los desaparecidos “no existían”, eran "una entelequia", después que "estaban en Europa", después que "estaban desaparecidos pero no eran inocentes" y ahora "eran pero no fueron tantos..."
Ni la justificación, ni el negacionismo son nuevos, primero fueron para esconderse y ahora son los únicos argumentos defensivos que tienen los genocidas en cada tribunal del país que los juzga. Lo peligroso es ver cómo el señor Avruj, y por ende el estado argentino, reproduce los mismos argumentos de los criminales. Qué vergüenza. Es como si Biondini siendo representante del estado haga decir al estado que el holocausto no existió. Vergonzoso.
Una vez más no nos interesa discutir necedades, menos desde la ignorancia de nuestra historia reciente, lo que sí nos preocupa es lo que no se dice cuando se intenta cuestionar el número de desaparecidos. La imposibilidad de estimar una cifra oficial de muertos y desaparecidos por el terrorismo de estado previo y durante el golpe de 1976, tiene una razón de ser, y es precisamente lo que el falso debate del secretario Avruj y el gobierno de Macri intentan imponer: impunidad para los responsables.
Ya en el año 1978 el gobierno de EEUU afirmaba, gracias a los mismos informes del gobierno de facto, que la cifra (4 años antes que termine la dictadura!) ya ascendía a 22.000 víctimas. Los números oficiales que se pudieron conseguir con el retorno de la democracia fueron pura y exclusivamente gracias a la búsqueda y la lucha de los organismos de DDHH, si alguien se hubiese dado x vencido la cifra oficial sería infinitamente menor. ¿Es necesario recordar cuántos familiares que denunciaron la desaparición o exigieron justicia fueron a su vez desaparecidos o asesinados? ¿Es necesario recordar el sinnúmero de familias que no tuvieron la posibilidad de denunciar debido a su pobreza, falta de acceso a los canales posibles o el terror? ¿Sigue siendo necesario recordar que los asesinos estuvieron libres durante más de 2 décadas? No deberíamos. Como no deberíamos tener que recordar la cantidad de estudios e investigaciones locales e internacionales que dan sustento a la estimación de la cifra de 30.000 detenidos-desaparecidos en nuestro país.
Esperamos mucho más de los representantes del estado que simplemente repetir la justificación de ladrones, violadores, asesinos, ladrones de bebés, que niegan y relativizan a sólo fin de salvar sus pellejos. Incluso de este gobierno, se espera un poco más que algo tan burdo.
Y como para muestra sirve un botón, bueno es saber que sólo en la unidad de Lesa de Tucumán se recibieron entre 2014 y 2015 cerca de 300 denuncias nuevas. A casi 40 años de los hechos: 300 nuevas denuncias! Esto, sabemos, es producto, entre muchos otros factores, de que el miedo empezó a disiparse gracias a que al fin podíamos dejar de tener de vecinos a los asesinos y lográbamos justicia a través de los procesos judiciales en todo el país. Sin embargo tal cosa viene en franco retroceso, ya que aún encontrándolos culpables por cientos de asesinatos, los genocidas son enviados a sus casas, y esto, claramente, es la impunidad que se busca detrás de estos falsos debates.
Pretender relativizar la cifra de desaparecidos tiene un único fin, la impunidad para los responsables. El gobierno de Macri quiere a los criminales en sus casas.
Año 2016 y se dan x enterados de cuantos son los números oficiales, años de pedir que se abran los archivos de la dictadura, de la iglesia, del gobiernos de EEUU, de las fuerzas de seguridad, para poder conocer las listas elaboradas por el aparato criminal. Años de búsqueda para ponerle nombre y apellido a los cientos de restos aún sin identificar en las fosas clandestinas. Años de búsqueda de esas fosas y pozos donde escondieron los cuerpos. Años de esperar que digan dónde están los chicos que se robaron.
Años de búsqueda de verdad. Años de búsqueda de justicia. Años de investigar. ¡Año 2016 y al fin reconocen en cifras oficiales que hubo desaparecidos!... ¿¿Cuánto tiempo creen que les llevará reconocer la masacre que nos dejó 30.000 detenidos desaparecidos. Miles de asesinados. Cientos de presos políticos. Cientos de exiliados. Millones de deuda externa. Cientos de bebés nacidos en cautiverio. Miles de soldados muertos en Malvinas??
Por último, y con todo respeto, aquel que usted no tiene señor Avruj, le pedimos que no ofenda la lucha inclaudicable de los Organismos y mucho menos las 30.000 voces que hoy no están.
Fue un genocidio. Fueron 30.000. Los responsables tienen que cumplir sus condenas en cárceles comunes. Los cómplices civiles y eclesiásticos también deben ser condenados.
No daremos un solo paso atrás.
¡30.000 COMPAÑEROS DETENIDOS DESAPARECIDOS!
¡PRESENTES!
¡AHORA Y SIEMPRE!
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